En Puerto Rico quedan actualmente muy pocas lagunas de agua dulce. Entre éstas está la Laguna Cartagena la cual ha subsistido hasta esta época y ha jugado un papel importante en la preservación de las especies de aves que hoy son muy raros y/o en peligro de extinción.
La Laguna Cartagena es el mejor ejemplo de un pantano de agua dulce en Puerto Rico. Más de la mitad de avifauna de Puerto Rico ha sido reportada en la Laguna y en las colinas adyacentes al sur de ésta. Fundamentalmente, su importancia estriba en que, mientras mantenía sus poblaciones de aves; también le daba asilo a muchas otras poblaciones de lagunas adyacentes, especialmente aquéllos en donde el agua era intermitente o estaban siendo avenados.
El número de especies sobrepasaba a las aves registradas para la Isla. Más de 160 especies diferentes se han visto en la Laguna y sus alrededores. A pesar del deterioro por la eutrofización, aún así es el mejor lugar para las aves acuáticas en la Isla. Entre las aves observadas se encontraban: playeros, patos migratorios, gallaretas, gallinazo, garza roja, el gavilán de ciénaga y muchas especies de reinitas. También es notable la gran diversidad de otros vertebrados e invertebrados como: 15 especies de peces, 5 anfibios, 9 especies de réptiles y 7 mamíferos.
Entre las especies más importantes que dependen de la Laguna están: la cigüeña Plegadis falcinellus, el gallito amarillo Porzana flaviventer, la gallareta inglesa Porphyrula martinica; el pato ocume Dendrocygna bicolor, el pato chorizo Oxiura jamaicensis, la chirría Dendrocygna arbórea y varias especies de garzas. Fue en esta Laguna que se introduce por primera vez, desde la Isla de Dominica, la rana Leptadactylus Fallox, conocida en esa Isla como gallina de montaña.
En la Laguna Cartagena se han registrado un gran número de especies de plantas acuáticas dentro de las cuales podría haber exclusiones y autóctonos de la región suroeste. Es por todo esto que podríamos asegurar que la Laguna Cartagena es el lugar que, junto a la Sierra de Luquillo y la Isla de la Mona, ha atraído el mayor número de naturalistas y científicos de fama internacional.
La Laguna necesita de manejo acuático principalmente para controlar las malezas acuáticas que proliferan como resultado del manejo inadecuado de fertilizantes en el Valle de Lajas.
Al sur de la Laguna se encuentra la Sierra Bermeja. Esta cadena de montañas ha sido reconocida por varios geólogos como el lugar donde se encuentran las rocas más antiguas de Puerto Rico (cretáceo). En épocas remotas, esta Sierra formaba una Isla de Puerto Rico.
El Valle de Lajas estaba cubierto por el mar formando un canal que empezaba en la Bahía de Guánica y terminaba en la Bahía de
Boquerón. Ésta es la razón por la cual en la región suroeste hay réptiles exclusivos que no se encuentran en el resto de Puerto Rico o en el mundo.
La Laguna Cartagena, por lo tanto, estaba cubierta por el mar. Cuando el nivel de ésta bajó, el Valle de Lajas quedó expuesto. En las depresiones más bajas de éste se acumuló agua dulce, mayormente por infiltraciones subterráneas desde las tierras altas del norte y del Valle; formándose las lagunas de Guánica, el Anegado y Cartagena.
En resumen, la Laguna Cartagena es un laboratorio único en su clase, no sólo por su vida silvestre, sino también por su historia natural y geológica; razón por la cual el Gobierno Municipal de Lajas, en unión a varias agencias, se ha dado a la tarea de preservar y revitalizar esta área.
Es un área de cacería y también podrían desarrollarse otras actividades recreativas y educativas por lo cual debemos preservarla.