Don Teodoro Jácome Pagán nació probablemente entre 1775 y 1780. Su fecha de nacimiento no está corroborada. Sin embargo, sí sabemos que para el 9 de noviembre de 1824 cede a la iglesia un trozo de terreno con la condición de que aplicara cierto número de misas en sufragio de las ánimas del purgatorio. Con esto creaba una capellanía mediante hipoteca de una cantidad de terreno. Esta capellanía se concedía con la condición de que anualmente se daría una misa a las benditas ánimas del purgatorio y con la condición adicional de que ninguno de sus hijos o parientes seguiría la carrera eclesiástica.
Los terrenos cedidos por don Jácome comprendían la cantidad de ocho cuerdas y un cuadro en diferentes lugares de la población. Fue en uno de estos lugares, según cuenta la leyenda, que en cierta ocasión iba un campesino de camino para su hogar y al pasar cerca de un árbol frondoso que había en su trayecto; se detuvo asombrado pues le pareció ver algo extraño. Se acercó al árbol y encontró una imagen de la Virgen de la Candelaria en un hueco de su tronco. Con sumo respeto y reverencia la trasladó a la iglesia de San Germán. Algunos días después volvió a repetirse la misma escena. El campesino contó lo ocurrido y se comentó sobre el particular. Se interpretó que la Virgen quería una capilla en ese lugar.
Fue así como en la década del 1940 al 1950 se construyó una ermita de yaguas y más tarde una de cal la cual se llenó de peregrinos. Una tormenta que azotó a Puerto Rico para esos años la destruyó y en su lugar se construyó una nueva ermita dedicada a la Virgen de la Candelaria.
En 1883, cuando Lajas se segrega del municipio de San Germán y se constituye en pueblo independiente el 1ro. de julio, se acordó poner nombre a las calles, a la plaza y señalar la Patrona del nuevo ayuntamiento. Fue un acuerdo, entre otros, designar ala Virgen de la Candelaria como Patrona Oficial.
Estando para esa época la Iglesia unida al Estado, y siendo la iglesia de Lajas una parroquia auxiliar de la de San Germán, se acordó elevar una petición por parte del Municipio a la Jerarquía Eclesiástica para que se erigiera la iglesia de Lajas en una parroquia en propiedad. El 15 de marzo de 1884 se hace la petición basada en la premisa de que, siendo ésta una iglesia autónoma, el Municipio subvencionaría su sostenimiento. El gobernador General Marqués de la Vega Inclán accede ala petición el 11 de julio del mismo año y nombra al presbítero Augusto Caimaris como cura ecónomo, y sacristán a Juan José Tellado; pero no fue hasta el 1887 que oficialmente se erige la parroquia de Lajas en una propiedad por dictamen del obispo de San Juan, don Juan Anselmo Puig y Monserrat, y dispone que; desde entonces, la iglesia de Lajas ha de llamarse Nuestra Señora de la Candelaria.
Hasta julio de 1898, la Iglesia y el Estado habían estado juntos. Con la llegada del gobierno americano a suelo puertorriqueño, ambos se separan ya que la Constitución de los Estados Unidos de América establece claramente la separación de ambos.
Es bueno anotar que, al constituirse Lajas en municipio y denominarse a la Virgen de la Candelaria como su Santa Patrona, las fiestas patronales que se venían celebrando en su honor siguieron con todo su esplendor. Aunque la designación no había sido oficialmente autorizada, esta práctica se venía llevando a cabo desde mucho antes del 1883 aunque un decreto de 1872 hacía constar que las fiestas patronales no debían durar más de tres días. Estas eran subvencionadas por el Gobierno Municipal conjuntamente con varios vecinos. También, es saludable hacer constar de que la primera acta de bautismo que figura en los archivos de la iglesia de Lajas está firmada por el cura Rafael Muñoz en 1835 y que la primera persona bautizada, según el libro de bautismo número 2, fue María de los Dolores quien nació el 24 de mayo de 1823.